Análisis de película
“Atrapado y sin salida”
Datos de
la película.
Título: Alguien voló sobre el nido del cuco (España)
Atrapados
sin salida (México)
Dirección:
Miloš
Forman
Producción:
Michael
Douglas
Saul
Zaentz
Guión: Bo Goldman
Lawrence Hauben (en)
Basada en:
One Flew Over the Cuckoo's Nest de Ken Kesey
Música: Jack Nitzsche
Fotografía: Haskell Wexler
Montaje: Richard
Chew
Sheldon Kahn
Lynzee Klingman
Protagonistas:
Jack Nicholson
Louise Fletcher
Danny DeVito
Christopher Lloyd
Brad Dourif
Will Sampson
Sinapsis.
Milos
Forman dirigió Atrapado Sin Salida en 1975. Es la primera película producida
por Michael Douglas. Argumento: Con el fin de escapar de la prisión un
delincuente (Jack Nicholson ) logra ser derivado a un hospital psiquiátrico.
Allí descubre un ambiente carcelario en el que domina todo la jefa de
enfermeras (Louise Fletcher). Poco a poco, se rebela contra su autoridad,
convocando a sus compañeros. Primero es castigado con una sesión de
electrochoque, y finalmente es lobotomizado (corte de las conexiones del lóbulo
frontal) luego de tratar de estrangular a la enfermera.
Su amigo, un indio gigante, prefiere matarlo - a que viva como un vegetal - y
luego escapa. Un éxito mundial, Atrapado Sin Salida ganó cinco Oscar en 1976
Análisis.
·
Personajes:
Randle McMurphy: quién se muestra
ingenioso, rebelde con una personalidad extrovertida
Billy Bibbit: Paciente joven
tartamudo y ansioso
Charlie Cheswick, quien es propenso a
los berrinches infantiles;
Martini: el delirante
Dale Harding: Quién se observaba como
una persona inteligente, culta y paranoico que se nota en la escena cuando le
piden hablar sobre la relación que llevaba con su ex.
Max Taber: quién se mostraba
generalmente en desacuerdo con las opiniones de los demás
Ratched. Enfermera más
cercana a McMurphy que muestra una imagen estricta al suprimir sutilmente las acciones de
sus pacientes a través de una rutina pasiva-agresiva, intimidando a los
pacientes.
·
Concepto
de Salud y enfermedad
La
salud mental se define como un estado de bienestar en el cual el individuo es
consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de
la vida, puede trabajar de forma productiva y satisfactoria y es capaz de hacer
una contribución a su comunidad.
Retomando a Kleinman,
1980 (citado por Torres, T. 2004) teniendo como base: la patología, el
padecimiento y la enfermedad, se puede establecer e interpretar los conceptos
de salud y de enfermedad, entendiendo la patología como el mal funcionamiento
de procesos biológicos o psicológicos, la cual designa las anormalidades
funcionales o estructurales de base orgánica en el ser humano; la enfermedad
que se relaciona con las dimensiones sociales de la persona, en donde se
insertan los procesos de la patología y a sus paradigmas ideológicas, sociopolíticas
y económicas y; el padecimiento que incluye procesos de atención, percepción,
respuesta afectiva, cognición y valoración directa ante la enfermedad y sus
manifestaciones según Kleinman. La salud puede ser pensada como un hecho social
que atraviesa la organización cultural, puesto que alrededor de ella se
elaboran las culturas médicas locales y se construyen los diferentes sistemas
de cuidado encargados de vigilar la salud de las personas y los grupos (Suárez,
R. 2001:1, citado en Vergara, Q. MC. 2006).
−
Dificultad
de separar lo sano de lo enfermo.
A lo largo del tiempo han
surgido distintas definiciones para conocer la diferencia entre salud mental y
enfermedad, causando distintas polémicas entre estas debido a que varía según
la cultura (perspectiva social) y época en la que se vive, llegando a
considerar de manera variable numerosas conductas como una enfermedad debido a que dificultan
a la persona en su adaptación en el entorno cultural y social.
−
Estereotipo
de enfermo mental
El estereotipo de enfermo mental
que comúnmente se tiene es la incompetencia e incapacidad para tareas básicas
como por ejemplo las de autocuidado, que tienen gran impredecibilidad de su
carácter y de sus reacciones, llegando a ser peligrosos por su falta de control
en la conducta.
Cuando se llegan a activar los
prejuicios pueden dar lugar a emociones como temor, desagrado, desconfianza,
etc. Todo esto pone a las personas que padecen alguna enfermedad mental ante
situaciones de exclusión que no solo llegan a dificultar su situación si no
también la de sus familiares pudiendo asociarse con el tiempo a otros riesgos
psicológicos como comportamientos auto-excluyentes (como fue el caso de el
“gran jefe” al hacerse pasar por sordomudo), a conductas auto-punitivas, etc.
−
Psicoterapia
de grupo
Se pudo observar en la película durante la
psicoterapia de grupo que realizaba la enfermera Ratched, tenían el propósito de
que los pacientes mencionaran sus puntos de vista con respecto a algún tema, en
donde había ocasiones en el que la enfermera guardaba silencio, cuya finalidad
se entendía que era para que el paciente
comenzará a cuestionarse acerca de lo que mencionaba, a quién lo decía y
finalmente llegarán las preguntas sobre su propia identidad.
−
Transferencias
Freud, en su texto Dinámica de la
transferencia de 1912, menciona lo siguiente: “El analizado no recuerda, en
general, nada de lo olvidado y reprimido, sino que lo actúa. No lo reproduce
como recuerdo, sino como acción; lo repite, sin saber, desde luego, que lo
hace”, presentando así la trasferencia como un fenómeno paradójico: a pesar de
constituirse como resistencia, es fundamental para el trabajo del análisis.
Distingue, en este momento la transferencia positiva -hecha de ternura y amor-
de la transferencia negativa -vector de sentimientos hostiles y agresivos.
Freud
describió la transferencia como “desplazamiento de afecto de una representación
a otra” que podría convertirse en un impedimento para el trabajo
terapéutico. Tiempo después, descubre que en la transferencia el paciente está
reviviendo su relación con las figuras
parentales y reviven sentimientos ambiguos de amor y de
odio que terminarán por convertirse en una transferencia positiva o negativa
hacia el analista.
También
en su artículo Recuerdo, Repetición y Elaboración (1914)
determina que “el paciente en el análisis no recuerda lo reprimido (recuerdos
reprimidos), lo vive de nuevo. No lo reproduce como recuerdo, lo reproduce como
acto” y, de esta forma se entiende “la transferencia como ilusión de un
presente que remite a un paso, pero no un pasado que requiere ser recordado,
sino ser esclarecido“.
−
Resistencias
La conceptualización más temprana
de este término proviene de las publicaciones prepsicoanalíticas de Freud
(1891/1981), en donde es considerada como cualquier manifestación del paciente
en oposición a los intentos del analista de influir en él.
Sandler (1986) la define como aquellos elementos y fuerzas que en el paciente se
oponen al proceso
terapéutico. Menninger (1974) define la resistencia como la tendencia de fuerzas que están
dentro del paciente y que se oponen
al
proceso de cambiar para mejorar.
Por lo que finalmente se puede concluir que la
resistencia es una tendencia que suelen usar las personas para mantener la
misma situación emocional que causa su sufrimiento y, por lo tanto, a oponerse
a los intentos necesarios para efectuar el cambio.
En este caso observe que McMurphy ponía resistencia a que
hubiera un cambio en el pues simplemente defendía lo que él creía correcto,
prefiriendo enfocarse mejor en sus compañeros.
−
Medicación.
En la película me da la impresión
de que la medicación que se le daba a los pacientes, era igual para todos sin
importarle su tipo de enfermedad, por lo que puedo imaginar que se trataba de algún
tipo de calmantes para evitar que pudieran causar desorden.
−
Terapia
ocupacional.
La terapia ocupacional
que el personal del psiquiátrico les dejaba realizar como jugar cartas no era
favorable, pues no los impulsaba a intentar nuevas cosas, para recuperar la
confianza en ellos mismos y darse cuenta de sus habilidades, habilidades que McMurphy
pudo demostrarles como cuando al “Gran Jefe” le enseño a jugar basquetbol
creyendo que era sordomudo o cuando llevo a sus compañeros a pescar.
−
Psicodinámica
de los pacientes.
La
psicodinámica de los pacientes no resultaba bien pues había veces en la que
prefería no opinar y cuando lo llegaban a hacer siempre terminaban discutiendo
entre ellos.
·
Lazos
afectivos entre los pacientes.
Al inicio no se observaban muchos
lazos afectivos entre ellos, sin embargo al llegar McMurphy, todo cambio pues
despierta en ellos el interés, el sentimiento de confianza, de apoyo y
consecuentemente el de amistad.
·
Diagnóstico
El
diagnóstico probable que dieron los psiquiatras en la película fue un trastorno
de conducta, pues gustaba de desobedecer a las figuras que le representaban
autoridad, rehusándose a seguir las reglas que se le imponían haciendo lo que
él creía correcto, lo cual molestaba a los demás.
·
Tratamiento
El
tratamiento que se le da al final a McMurphy es una lobotomía, una técnica brutal conocida
originalmente como leucotomía.
La etimología del término
leucotomía sirve para hacernos una idea acerca del objetivo con el que se
realizaban las lobotomías; leuko significa blanco, y tomesignifica
corte.
Egas Moniz creía que ciertos
desórdenes mentales podían ser curados haciendo que se rompiesen algunas zonas
del cerebro en las que el lóbulo frontal se comunica con otras del encéfalo.
Este neurocirujano partía de la
idea de que era posible reducir considerablemente la intensidad y la frecuencia
de los síntomas de los desórdenes psiquiátricos haciendo que todas sus
funciones psicológicas en general decayesen. Se sacrificaba una parte de la capacidad
intelectual y de la personalidad de cada paciente para tratar de
acercarlo más a la “curación”.
En el 1936, el neurocirujano Walter Freeman importó este
tipo de intervención a los Estados Unidos y, después de
darle el nombre de lobotomía hizo que se popularizase por todo el mundo. Freeman
también introdujo el inicio de aturdir a los pacientes mediante electroshock.
Las personas que se sometían a la
lobotomía voluntaria o involuntariamente no solo eran pacientes con trastornos mentales graves como la esquizofrenia o la depresión
severa; en muchas ocasiones se llegaba a utilizar esta operación
para poner solución a casos de problemas de conducta, adolescentes
desobedientes, etc.
La lobotomía brindaba la oportunidad de terminar con problemas de
comportamiento fuertemente enraizados en el modo de ser del individuo a tratar,
con unas pocas sesiones haciendo que este tipo de problemas fuesen menos
evidentes, más fáciles de ignorar. Los pacientes seguían estando enfermos, pero
después de la operación se notaba menos que estaban ahí. El problema quedaba
solucionado en la ficción.
·
Ética.
Con respecto a este tema se vio poca ética en los
profesionales a los que se les había presentado el caso de Randle McMurphy, ya que la
mayoría lo veía como peligroso para los demás, sin embargo, no querían estudiar
más su caso para poderlo ayudar, mencionando algunos de ellos que era mejor
regresarlo a la cárcel o pasarlo a otra institución, en ese aspecto la única en
la que vió su ética para ayudarlo fue de la enfermera Ratched, sin embargo, hoy
en día el tratamiento que decidió dársele a McMurphy fue nada ético pues lejos
de mejorar al paciente le daban tratos crueles.
Conclusión.
Es
difícil el hecho de tener un concepto bien definido de salud y enfermedad pues
como se presentó en el documento, es algo principalmente dictaminado por el
ambiente social en el que el individuo se encuentra involucrando muchos
factores desde la ética del profesional de quien atiende estas enfermedades
hasta los distintos de estereotipos que puedan existir.
En lo
personal fue de mi total gusto la película, pues a pesar de ir en contra de las
reglas, McMurphy se preocupaba por
la situación de sus compañeros, intentando ayudarlos enseñándoles nuevas
actividades con paciencia, cariño y empatía.
Referencias
bibliográficas
Ed. Giardini, A.,
Baiardini, I., Cacciola, B., Maffoni, M., Ranzini, L. & Sicuro, F. (2017).
Comprende la Psicología: Sigmund Freud. Título original: Capire la psicología.
(Lorente, J., Trans.). Barcelona, España: Salvat, S.L.
González, J. &
Rodríguez, M. (2002). Teoría y técnica de la psicoterapia psicoanalítica. México:
Plaza y Valdés S.A de C.V.
Muñoz M., Pérez E., Crespo M.,
& Guillén A. (2009). Estigma y enfermedad mental. Madrid, España:
Complutense, S.A.